miércoles, 13 de diciembre de 2006

La playa, ese gran sitio...

Pues si, otra vez aqui, ya he vuelto de vacaciones, con el culo blanco, el cuerpo moreno y la cara pelada. Un año más he sido testigo de la gran afición del español por el chiringuito, la paella, la tumbona y la playa. Claro que eso no es nada si lo compramos con el maratón matutino que se pegan la mayoria para poder coger sito en primera linea del mar, es decir, en la orillita y bueno no tan orillita porque habia gente con silla y todo dentro del agua, como quien no quiere la cosa, aunque eso de ir muy bien para la gente que tiene callos, te plantas ahí una mañana como los garbanzos en remojo y te vuelves a casa pisando blandito.
Lo mejor es cuando te entra calor ( que suele ser nada mas llegar) y decides pegarte un baño fresquito y relajante, entonces te metes en el agua, esquivas una fila de algas que amenaza con seguirte y cuando crees que estas a salvo... plaf!! casi te rebana la cabeza un patinete "señora por Dios!!!!" y la señora con cara de mosqueo y los pies en los pedales te dice: " entiendelo!!, no ves que no lo controlo!!" y te quedas ahí con cara de ajo... entonces decides hurir de la kamicaze pero una colchoneta asesina y sin control alguno se dirije hacia tí, mientras su complice la barca hinchable te va cerrando el paso asi que buceas a ver si las pegas esquinazo y cuando dejas de bucear... Dios!!! estas en medio de un circulo hecho por unas personas con la cara rosa que juegan a pasarse la pelota de nivea. Y es ahí en ese mismo momento en el que decides que te sales a tomar el sol.
Asi que vas andando hacia la orilla y tienes que volver a esquivar la barca, la colchoneta, la kamicaze, las algas y una fila de espontaneos que se han puesto a jugar a las palas y no te dejan paso, esto provoca que tengas que dar un rodeo de 200m, esquivar a la niña del cubito, saltar los castillos de la orilla, bordear a la gente que se amontona en un corrillo porque han sacado del agua a una medusa y estan debatiendo que hacer con ella, las toallas, las esterillas y las sombrillas de la gente que las ponen todas pegadas para que te creas que han venido todos juntos y te lo pienses dos veces antes de volver a decirle algo a la mujer del patinete.
Y por fin allí está, semienterrada y pisada, rodeada de otras como ella, si, no hay duda, es tu toalla, ella te mira con ojos lloros tu la sonries ( en realidad es que tienes la boca seca porque estas axfisiada) y te lanzas cariñosamente sobre ella ( en realidad pegas un bote porque se te estan abrasando los pies) y cuando por fin te relajas y cierras los ojos resulta que tienes por un lado un grupo de mañas que se estan contando no se que darma que le ha pasado a una tal Pili, y por otro descubres que la niña del cubito es tu vecina de toalla y esta haciendo castillitos a dos milimetros de la tuya, la de enfrente quiere hacer obras en el piso pero el marido no la deja, el de atras ronca...

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