martes, 16 de octubre de 2007

Jara

Mirada triste y desconfiada, pelo sucio y heridas en las patas, así era cuando la ví por primera vez.

Se llama Jara, antes la llamaban estrella, tiene 4 meses y cicatrices en el alma que tardaran en currar. Vivía en granada y hasta ahora solo había conocido el peor destino que puede tener un perro, el maltrato.

Todo empezó el día que decidimos irnos a pasar el puente del Pilar a Granada.
Estabamos Au, la Ita, Victor y yo tomando unas cañas en la puerta de un bar de la calle agua cuando apareció un vagabundo con una litrona en una mano y una cuerda en la otra. Al final de la cuerda estaba Jara.

Se sentó en frente de nosotros y yo me acerqué a ella para acariciarla, la verdad es que me pareció monisina nada mas verla. Desprendía ternura.

El tipo que la tenía me dijo que se llamaba Estrella y que tenía 4 meses, le miré y le dije: "es un bombón, tratela bien"...

Volví al barril donde teniamos las cañas para seguir bebiendo. Au y Anna se habían ido al baño, estabamos solos Victor y yo, de pronto el vagabundo llamo a la perra "¡¡Estrella!! ¡Ven!", la perra fue con las orejas agachadas y cuando el levanto la mano para ponersela en la cabeza ella se encogió con gesto de me va a caer otro golpe.

Victor y yo nos quedamos petrificados cuando vimos eso. Ufff!! a esta pobre la pegan...

Pagamos y nos fuimos a buscar unos pastelitos para tomar con un café en una plaza más abajo.


Antes de irme, me agache donde estaba ella, ella se sentó y puso sus dos patas en mi mano, la miré a los ojos y la dije en voz baja, "te deseo lo mejor, intenta llevar tu vida lo mejor que puedas", ella, fijaba sus patas en mis manos para que no me fuera, apretaba hacia abajo y me miraba a los ojos diciendome con los suyos..."por favor no me dejes, llevame contigo, sacame de esto...".

Nunca olvidare ni esa mirada, ni esa presión con sus patas ni ese gesto de angustia, incluso ahora mientras describo la escena se me empaña la vista y aflora un nudo en la garganta como en ese momento...

El borracho nos pidió limosna, Au se la dió, el cogió a "Estrella" con su cuerda ataba al cuello y tiro por una calle distinta a la nuestra.

Nosotros fuimos calle abajo hacia la pasteleria.

Nos sentamos en la plaza a tomar café y yo no podia quitarme de la cabeza a esa perrita que me habia pedido ayuda hace unos minutos. Aurora también estaba triste por ella, y, apunto estuvimos de salir corriendo a por ella, pero en ese momento, mil dudas surgian a mi cabeza... "ufff, ¿cómo la cojo?, ¿cómo me la llevo a Madrid? ¿cómo se llevaría con Ron?..."
Decidimos dejarle la decisión al destino, si volviamos a cruzarnos con ella en Granada se vendría con nosotros a Madrid.

Terminamos el café y seguimos paseando por el Albaicín, decidimos entrar en una iglesia a verla y no se muy bien como le comentamos al señor que nos daba los ticket en la entrada lo de la perrita, él nos preguntó si la llevaba un "hombre" que llevaba muchas perchas, le dijimos que si y el no dijo, "Ese ha matado ya 4 perros, andamos todos los vecinos detras de él pero no hemos podido hacer nada"...
Ahí ya fue cuando me quedé palida pensando el destino que le esperaba a la pobre "Estrella".

Entramos en la iglesia y cuando estabamos dentro el señor de la puerta nos grita :"¡¡Por ahí va la perrita!!", nos faltó tiempo para salir corriendo a por ella.

Llegamos a la puerta de la iglesia y ¡¡Siiiiii!! ¡Es ella!!, Aurora salió corriendo detras de ellos doblaron la calle y cuando llegué yo estaba Aurora con el monedero en la mano intentando comprarle la perrita al borracho:

"Te la compro"

"No, no la vendo que a esta la quiero criar"

"Que cuanto quieres por la perra"

"500€"

"¿500€?!!, nooo 500 no, te doy 70"

"100€"

"70€"

"100€"

"Toma los 100€ y dame a la perra"

Cogió los 100€ y Au tiró rapidamente de la cuerda, él empezó a llamar a gritos a la perra mientras ella corria dirección contraria sin girar minimamente la cabeza para mirarle. Tampoco se me olvidará esa imagen en la vida, realmente huía de él...
No debería existir gente capaz de ser tan cruel, gente que tiene cachorros para defogar sus frustraciones en ellos.

Llegamos a la puerta de la iglesia y se hizo un corrillo a nuestro alrededor, los vecinos empezaron a contarnos las cosas que le hacia ese mal nacido a la perra, "la tiraba contra los coches, la intentaba ahorcar con la cuerda que lleva al cuello, tuvo las patas de atras amordazadas..."

Se me saltaban las lagrimas escichando las burradas que la hacia, ella mientras estaba con el rabo entre las piernas sin terminar de entender si la pesadilla había terminado o no...

Llegaron Victor y Anna y cogimos un taxi para que nos llevara al veterinaro de urgencias. Allí nos tocó a la señora de la limpieza vestida de veterinaria porque lo unico que hizo fue contar que tenia seis dedos en cada pata y darnos un spray para los 8 millones de bichos que corrian por su cuerpo.

La compramos un transportín, un arnes porque la dolia el cuello de llevar la cuerda, una correa, comida, premios, un collar antiparasitario y un juguete.

La llevamos a casa y nos pasamos día y medio con guantes echandola spray para desparasitarla.
Estaba llena de bichos rojos y alargados que corrian libremente por su cuerpo...

Esa noche se quedó sola en casa unas horas, cuando volvimos se habia hecho pis, estaba debajo de la mesa sentada encima del pis moviendo el rabo pk habiamos llegado pero encogida esperando los golpes.

Al día siguiente nos fuimos a Madrid en autobus, la pobre tuvo que viajar en el maletero dentro del transportín, cuando llegamos aquí la llevamos al veterinario de Ron para que la chequearan bien de todo. La miraron el pelo, los oidos, las heridas de las patas, los dientes, el estomago... la miraron de arriba a bajo ( y esta vez nadie la contó los dedos que tenía), y nos dijeron que estaba muy bien, que ya no tenia bichos ni nada.

Así que nos fuimos a casa a presentarsela a Ron.

Cuando la vió se puso loco de contento, tanto que la pobre se asustaba de su euforia. Durante la primera hora ella temblaba y lloraba y Ron estaba deseando jugar con ella y olerla bien.
Los fuimos soltando poco a poco, ella corria feliz por la casa sintiendose libre y cada vez más segura de que ninguno de los que estabamos allí la iba a hacer daño.

Ahora se recupera en casa junto a Ron de las heridas externas e internas que tiene, las externas se curan con pomada, las internas tardarán más pero confio en que finalmente cicatricen.


A las 2 horas de conocerse se pusieron a jugar y se han hecho inseparables, se siente segura y protegida con él. A Ron se le cae la baba con ella...



Yo nunca me he sentido tan feliz de haber hecho algo asi. Ayer alguien decia que verles jugar es como mirar el fuego de una chimenea, te hipnotiza. A mi me tienen hipnotizada...

;)

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Bueno... que es precioso lo que has escrito, muy triste pero con final feliz para la princesita :), yo soy de lagrima facil ya se sabe pero creo que no olvidaresmos ese dia ninguno, bueno espero que lo olvide Jara y que sea tan feliz como Ron

Kris dijo...

Lo será, estoy segura.
Tiene a Ron para mordisquearle las orejas y esconderse detras de él cuando alguien desconocido viene.
Tiene a sus padrinos (Anna y Victor) a los que adora y mucha gente que la va a dar los mimitos que necesita...

;)

María Ll dijo...

pero que cosa más bonita porfavorrrrrr, nada, se lo van a pasar pero pipa, los dos!!!

Kris dijo...

Siii!! a mi me parece un bombón... me acordé de tus gatos y pensé...seguro que se llevan de lujo
;)

Au dijo...

ha pasado mas de un año desde que escribiste esto y todabia cuando lo leo mis ojos se llenan de lagrimas.

Las heridas de Jara se han curado, es una perra feliz, divertida, trasto como ella sola, pero cariñosa y buena hasta no poder mas.

Nos adora a todos y sobre todo a Ron, son inseparables creo que desde que se vieron, se entienden, se pelean, comparten todo y se tienen el uno al otro.

Creo que aquel dia que miraste a los ojos a Jara y la deseaste lo mejor en su vida, no eras consciente de que lo mejor serias tu y tu familia.

Kris dijo...

Tienes razón, no era para nada consciente y creo que tampoco ella era consciente de como la iba a cambiar la vida.
Es una perra feliz pero yo ahora no puedo soportar pensar en lo que vivió y pasó Jara...

Be, la hemos sacado adelante y eso nos tiene que llenar siempre. No se quien ha ganado más si ella salvando su vida o nosotras pudiendo dirfutar con ella de la suya
;)